Casa Principesca de Septimania 

06.02.2023

Introducción

La Casa Principesca de Septimania y Gévaudan es la Casa noble heredera de la originarias y francesas Casa David-Toulouse y Casa de Rouergue. Los condes y duques de estas Casas gobernarían en el Mediodía francés entre los siglos VIII y XIII, como vasallos del Reino de los francos y como soberanos de varios territorios entre los que se encontraban Toulouse, Millau, Gévaudan y Septimania.

En 1271 con la incorporación del Condado de Toulouse a la Corona francesa se cerraba la política de recuperación de la soberanía territorial del sur de Francia llevada a cabo por los reyes franceses desde comienzos del siglo XIII. Habiéndose extinguido de manera nominal la rama principal de los condes de Toulouse la herencia histórica de la Casa David-Toulouse, así como el título de conde de Gévaudan, serían reclamados en la segunda mitad del siglo XIX por la Casa Gavaldá, una rama menor de la Casa de los condes de Rouergue.

Orígenes de la Casa David-Toulouse: El Condado de Toulouse

Los orígenes de la Casa David-Toulouse se encuentran en el Condado de Toulouse feudo creado en el siglo VIII por el rey Pipino el Breve, y gobernado de manera independiente por sus condes en calidad de vasallos del reino franco hasta el siglo XIII.

El primer conde de Toulouse fue Corso, quien lo gobernó durante doce años, pero Carlomagno decepcionado con él lo sustituyó por su primo Guillermo, quien se convirtió en Guillermo I de Toulouse en 790. Guillermo era hijo de Auda Martel, hermana de Pipino el Breve, y del conde de estirpe real judía Teodorico de Autun, descendiente del rey David de Israel, por lo que la Casa de Guillermo llegaría a denominarse Casa David-Toulouse. Guillermo además se convertiría en duque de Septimania por herencia de su padre, quien estableció un reino judío en aquel territorio del sur de Francia a invitación de Pipino el Breve cuando casó con Auda.

La dinastía Guillémida

Guillermo I de Toulouse (755-812) realizó sus primeras campañas bélicas contra sajones y musulmanes en Al-Ándalus bajo las órdenes de su primo Carlomagno. En sus acciones demostró valentía lo que propició que el rey de los francos le asignara las regiones de Toulouse y Aquitania, además del encargo de crear una franja territorial de seguridad entre los francos y los musulmanes, territorio que recibiría el nombre de Marca Hispánica. Después de años guerreando contra los musulmanes y pacificadas Septimania y Gothia Guillermo de Toulouse decidió retirarse a la vida monacal el resto de su vida. En 806 Guillermo junto a otros monjes fundó el monasterio de Gellone en Saint-Guilhem-le-Désert, de ahí que fuera llamado en adelante Guillermo de Gellone. Al ser canonizado en 1066 fue venerado como San Guillermo de Gellone. Murió en mayo de 812.

En 806 Guillermo confió el condado de Toulouse y Septimania a su lugarteniente el conde Begón de París, mientras su heredero político sería su hijo Bernardo, llamado Bernardo de Septimania por los dominios conseguidos por él en ese territorio a partir de 828. En 816 el noble Berenguer de Toulouse es investido con el Condado de Toulouse a la muerte de Begón, y en 832 consigue la posesión de casi toda la Septimania y Gothia que estaba en poder de Bernardo de Septimania. En esos momentos las disensiones y enfrentamientos entre Bernardo y el emperador Luis el Piadoso, en el contexto de las luchas del soberano franco con sus hijos, debilitarían las posiciones de Bernardo. Pero éste recuperaría sus territorios una vez fallecido Berenguer en 835. Nueve años después de recuperar sus posesiones Bernardo murió ejecutado como consecuencia de la lucha que venía produciéndose en Aquitania entre Pipino II de Aquitania (nieto de Luis el Piadoso) y su tío el rey de los francos occidentales Carlos el Calvo. En esta lucha Bernardo apoyaba a Pipino, como también lo hizo después su hijo Guillermo de Septimania a quien Pipino II confía el Condado de Toulouse convirtiéndose en Guillermo II de Toulouse. Pero el gobierno de Guillermo II en Toulouse sería breve ya que en 849 el condado cayó en manos de Carlos el Calvo, quien confirmó en el mismo al conde Fredol I de Rouergue, sobrino-nieto de Guillermo I de Toulouse.

A pesar de que a partir de Fredol I de Rouergue casi todos los condes de Toulouse pertenecerían a la Casas de Rouergue y Poitiers (en los últimos años del condado) dos miembros más de la dinastía guillémida gobernarían en el condado entre 872 y 887: Bernardo III Plantapilosa <872-886>, hermano de Guillermo II; y Guillermo III el Piadoso <886-887>, o Guillermo I de Aquitania, hijo de Bernardo Plantapilosa, quien moriría sin descendencia.

Bibliografía

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  • Bührer-Thierry, Geneviève, L'Europe carolingienne (714-888), Paris, SEDES, 1999.
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  • Hippolyte de Barrau, Documents historiques sur le Rouergue, tome 1er (vicomtes de Millau)
  • Christian Settipani, La Noblesse du Midi Carolingien, Oxford, Linacre College, Unit for Prosopographical Research, coll. « Occasional Publications / 5 »,‎ 2004, 388 p.
  • Hélène Débax, Jean-Luc Boudartchouk, Vicomtes et vicomtés dans l'Occident médiéval, 2008, p. 47 Vicomtes de Narbonne), p. 73 (Bas-Quercy, Haut-Toulousain), p. 202 (les vicomtes de Millau), p. 203 (les vicomtes de Murat).
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